Dar cariño porque sí, sin obligar a que el otro haga lo
mismo. Esa es la clave para que diariamente recuerdes que debes conquistar a tu
media naranja. Los consejos no te dan la solución completa y dependen de tu
actitud. También, recuerda que los resultados no serán inmediatos, pues toman
tiempo. En muchos casos los determina la intensión, dedicación y frecuencia que
decidas darle a tu media mitad.
Aceptar los desacuerdos. La pareja debe aprender que
vivir juntos es convivir en desacuerdo y con sus diferencias. Esto ayuda a
entender que no todo es armonía en la relación, para sobrellevar los problemas.
Preocúpate por la sexualidad. El aspecto sexual es muy
importante porque es el que vuelve a un individuo ’exclusivo’ de la persona. El
frío de la pareja lo determina la falta de la sexualidad.
Identifica la etapa de tu relación. Una pareja atraviesa
diferentes niveles: el cortejo, la convivencia, la formalidad para criar a los
hijos y la madurez. Determina en qué momento se encuentran ambos.
Ten presente siempre a tu pareja. Habla de él o ella y
exalta sus cualidades. A menudo se da por entendido que el otro lo sabe, cuando
no es así. Recuerden cosas buenas de ambos.
Motivación. La relación de pareja necesita cotidianamente
un nutriente, un sentido para seguir adelante y no caer en aburrimiento.
Es importante que le hagas saber que él o ella está en
tus pensamientos. Según los gustos puedes enviar mensajes, o esconderle una
pequeña nota en la billetera y expresarle tu afecto.
Dedicación. Sorpréndelo con los detalles. Tanto el hombre
como la mujer deben demostrase que están al pendiente del otro, con una llamada
en la cual no le debes preguntar dónde está, sino más bien un saludo. También
puedes halagarlo con un regalo.
Recuerda que los obsequios no solo se dan en
fechas especiales o para que te disculpen por un error.
Expresión. Las miradas y hasta el tono de voz son
importantes al momento de comunicarte. Recuerda demostrar cariño en cada gesto.
No es cursilería, es más bien un modo de demostrar cómo también te gustaría que
el otro te trate.
Evita resentimientos. Aprende a manejar los distractores
de la convivencia, como rencores o desconfianza. Aleja las dudas hacia tu
pareja y mantén la comunicación.
Generar afecto físico. Toma la iniciativa sobre gestos
como abrazos y besos. Recuerda lo bien que les hace el apego a ambos.
Pide atención. Es prudente que también le hagas saber que
deseas las mismas manifestaciones de cariño. No esperes que tu pareja adivine
lo que a ti te gusta, si no se lo dices.
Sé altruista. El amar a tu pareja no se logra con el ‘dar
para recibir’. Más bien debes pensar en que ‘doy cariño, porque soy feliz
dando”. De esta forma, te sentirás tranquilo porque diste todo. Y si no
funcionó es un problema del otro, no de la pareja. Nunca pienses en que ‘te
cansas de dar afecto’.
Acorta distancias con tus palabras. Ten en cuenta que una
pareja con más acercamiento se susurra, mientras que las que las que están
alejadas, gritan. Respeta el silencio del otro. A veces es prudente que la
pareja no se diga nada. Sin embargo, recuerda que el silencio debe permitir la
reflexión. No elucubres cosas que no son, ni te enojes. Es mejor saber qué
decir y en qué momento.
Cuida tu imagen. Recuerda que la atención que le dedicas
a tu cuerpo demuestra el amor por ti mismo. Te ayudará a sentirte bien. A la
par, esto hace que tu pareja siga interesado. Generalmente, al hombre le gusta
lo que mira y a la mujer le gusta lo que escucha.
Realiza actividades diferentes. Los paseos y las salidas
permiten cambiar la rutina y conocer otros sitios fuera de la intimidad de tu
casa. Salgan con parejas de amigos. Las citas entre parejas similares permiten
reflejarse ante los demás. Es importante obtener el reconocimiento de ambos,
frente a otros.
Colabora con las tareas del hogar. Cuando decides ayudar
al otro en labores domésticas, tu pareja tiene más tiempo para dedicarte. En
muchos casos incluso mejora la vida sexual porque existe más disponibilidad.
Caricias espontáneas. Expresa el cariño que sientes por
tu ser querido cuando lo sientas. No te reprimas, ni avergüences.
Respeta el espacio y el tiempo de tu pareja. Siempre una
persona siente el deseo de estar consigo mismo. Sin embargo, esto a veces se
complica cuando uno de los dos es infiel. Debes aprender a confiar.
Enséñale lo que te gusta. De acuerdo a la forma en como
tú halagas a tu pareja, le indicas que también te gustaría que te traten de esa
manera.
Dedícale tiempo a ustedes dos. Es imprescindible que conquistes la voluntad de tu ser querido y que disfrutes del tiempo que puedan pasar en complicidad
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