HOY EN NUESTRA HISTORIA HECHA CANCIONES TE TRAEMOS “PAJARILLO” DE JOSÉ MARÍA NAPOLEÓN
El tema “Pajarillo”
fue compuesto e interpretado por el cantautor mexicano José María Napoleón, y salió
al mercado en el año 1977 convirtiéndose automáticamente en un éxito a nivel
mundial.
Siendo el
cantautor aún muy joven se inspiró en una meretriz de su querida tierra Aguascalientes México
para escribir la letra de esta canción. La
mujer que lo inspiró trabajaba cerca de una farmacia donde el laboraba cuando
era chico. Era una mujer de la vida
nocturna de la cual nunca supo el nombre que siempre se hacía debajo del mismo
farol esperando los compradores de amor.
Junto a ella muchas de sus colegas le hacían compañía en el mismo sitio,
pero era ella a la más solicita y curiosamente en repetidas ocasiones se hacía
detener de la policía; y cada vez que salía en libertad volvía a la misma
esquina en el mismo farol, asi fue su rutina casi por 6 años hasta que un día desapareció
y nunca más supo de ella.
Napoleón dedico
esta canción a todas las mujeres “vendedoras de amor” en el mundo, ya que
considero seriamente lo que debe sufrir una mujer para conseguir muchas veces
sacar adelante a sus hijos.
Pajarillo
Maquillaje
a granel usaba a diario
Y vendía la piel a precio caro
De las ocho a las diez en una esquina
Era joven y fiel, era rosa y espina
Y se llamaba, no sé, nunca lo supe
Nunca le pregunté, nunca dispuse
De su tiempo y su piel, era un mocoso
Y tan solo le miré de pozo en pozo
Y vendía la piel a precio caro
De las ocho a las diez en una esquina
Era joven y fiel, era rosa y espina
Y se llamaba, no sé, nunca lo supe
Nunca le pregunté, nunca dispuse
De su tiempo y su piel, era un mocoso
Y tan solo le miré de pozo en pozo
Y era un
pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
Cinco
inviernos pasaron y ahí seguía
La misma hora de ayer, la misma esquina
Era joven y fiel, y aún tenía
La rosa de su piel y más grande la espina
Y sonreía al pasar de los mirones
Bajo de aquel farol, noche tras noche
Veinte veces se la llevaron presa
Y cantó su canción tras de las rejas
La misma hora de ayer, la misma esquina
Era joven y fiel, y aún tenía
La rosa de su piel y más grande la espina
Y sonreía al pasar de los mirones
Bajo de aquel farol, noche tras noche
Veinte veces se la llevaron presa
Y cantó su canción tras de las rejas
Y era un
pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
Se le
arrugó la piel y el maquillaje
Suficiente no fue para taparle
La huella que dejó el sexto invierno
Se le acabo el color y hasta el aliento
Y de las ocho a las diez sólo en la esquina
Se quedó aquel farol y aquella espina
La rosa no sé yo donde se iría
Se llamaba no sé y sonreía
Suficiente no fue para taparle
La huella que dejó el sexto invierno
Se le acabo el color y hasta el aliento
Y de las ocho a las diez sólo en la esquina
Se quedó aquel farol y aquella espina
La rosa no sé yo donde se iría
Se llamaba no sé y sonreía
Y era un
pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
Y era un
pajarillo de blancas alas
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
De balcón en balcón, de plaza en plaza
Vendedora de amor, ofrecedora
Para el mejor postor de su tonada
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