¿Quién no ha sufrido por culpa de este sentimiento negativo?
Aquí van unos consejos para mantenerlo a raya.
1. Adopta una postura activa con respecto a lo que sientes.
No te dejes inundar por los celos sin hacer nada. Decide cómo quieres
transformar tus emociones y trabaja en ello con tenacidad.
2. Recuerda cómo has manejado la situación con anterioridad.
Las primeras experiencias las tenemos de niños con nuestros padres. Es lo que
se experimenta, por ejemplo, cuando nace un hermano pequeño, en la conocida
como etapa de príncipe destronado. Después, se revive esta emoción con amigos,
adultos de referencia o los primeros amores. Si hasta ahora no has sabido
canalizar esos recelos, esta es una oportunidad para aprender. Si en otras
ocasiones los has gestionado bien, trata de aplicar las mismas estrategias,
aunque el contexto sea distinto.
3. No conviertas tus sentimientos en un asunto público. La
celotipia consiste en sentirse solo entre enemigos sonrientes. Si todo el mundo
conoce tu inquietud, aumentarán tus ideas paranoicas.
4. Elige bien a quién cuentas lo que sientes. No se lo
comuniques a la persona involucrada para no condicionarla. Lo que haga la otra
parte para que dejes de tener celos la privará de libertad y no servirá de
nada. Si no trabajas interiormente tus sensaciones, renacerán.
5. Analiza qué parte de tu sentimiento de exclusividad está
involucrada. Quizá sea la sexualidad, el compromiso, los planes conjuntos, la
intimidad, la química intelectual… Céntrate en aquello en lo que ya no te
sientes único para la otra persona, no generalices el problema al resto de
ámbitos de la relación.
6. Trata de reconquistar ese territorio. Recurre a las
fórmulas que te sirvieron con anterioridad para convertirte en alguien
exclusivo en ese aspecto concreto.
7. Márcate un objetivo que te sirva para evaluar si la
reconquista ha triunfado. Puede ser que la otra persona te cuente algo íntimo,
o tus relaciones sexuales se conviertan en las mejores que has tenido nunca o
que planifiquéis un viaje solos. Es decir, la actividad tiene que guardar
relación con el espacio en que te sientes en peligro. Es importante que se
trate de un acontecimiento objetivo que ponga fin a tus desvelos… al menos
hasta la siguiente señal de alarma.
8. Intenta desdramatizar la posibilidad de la ruptura. Tu
pareja también tiene fecha de caducidad. Para todo hay un final. Resulta
imprescindible que te plantees el objetivo sabiendo que te gustaría recuperar
la sensación de ser único para el otro, pero no necesitas conseguirlo. Quieres
a ese ser, pero puedes vivir sin él.
9. No abuses de ciertas drogas mientras te sientas celoso.
En personas con problemas relacionados con estas sustancias –sobre todo,
alcohol y cocaína–, la presencia de delirio celotípico es muy común. De hecho,
las dudas y sospechas patológicas con respecto a la fidelidad de la pareja son
utilizadas con frecuencia como excusas para explicar la dependencia.
10. Si sientes que no puedes gestionar los celos por ti
mismo, ponte en manos de un especialista. Recuerda que corre serio peligro tu
salud y también la de la persona con la que estás obsesionado.
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