El amor es siempre un torrente de sentimientos y emociones
ante el cual no siempre sabemos reaccionar. Por eso, saber si estamos empezando
a sentir por alguien puede resultar mucho más complicado de lo que parece.
1. Entras en estado de alerta cada vez que ves a esa persona
Esta es la señal típica que aparece cuando estamos en las
etapas iniciales del enamoramiento, pero a medida que pasa el tiempo va
desapareciendo. Se trata de una señal de enamoramiento que aparece cuando se
conoce relativamente poco a la otra persona.
Eso sí, también es perfectamente posible enamorarse de
alguien a quien ya se conoce desde hace tiempo, lo cual significa que en estos
casos esta señal no aparece y eso no significa que no haya amor.
2. Creas ocasiones para estar juntos
Esta es otra de las señales típicas, y se da tanto en hombres
como en mujeres. Eso sí, en el caso de las mujeres existe un estigma ligado a
los roles de género que hace que muchas de ellas se sientan incómodas a la hora
de ser más directa que los hombres. Por eso, es muy común que ellas creen
ocasiones para acercarse indirectamente a la persona por la que sienten
interés.
3. Creas planes de futuro
Otro de los trucos para saber si estás enamorada consiste en
fijarte si cuando esa persona no está, también ocupa tus pensamientos. Y el
modo en el que típicamente esto se refleja es en el hecho de fantasear con
planes de futuro, imaginar una realidad en la que formáis una pareja sólida y
feliz.
Este ejercicio de imaginación acostumbra a aparecer de
manera espontánea, sin premeditación, en las personas que están enamoradas. Por
ejemplo, en las horas muertas en las que no hay nada que hacer, o incluso mientras
se hace un trabajo muy rutinario en el que no es necesario prestar mucha
atención a lo que hay más allá de nuestro cuerpo y podemos dirigir nuestro foco
atencional hacia el interior de nuestra mente.
4. Te preocupa mucho
que pueda sufrir
El amor no solo tiene elementos relacionados con la ilusión
y los pensamientos positivos acerca de lo que puede pasar en el futuro. También
existe la preocupación acerca de lo malo que le puede pasar a la otra persona,
incluso si eso no es algo objetivamente muy dañino para ella.
Por ejemplo, si los nervios de antes de un examen hacen que
la persona en la que nos hemos fijado se sienta angustiada, el solo hecho de
que exista ese malestar ya nos hará sentir mal, algo que probablemente no nos
ocurre con el resto de individuos.
5. Las conversaciones se alargan sin esfuerzo
Cuando hay nervios y no se conoce mucho a esa persona, es
normal que cueste esfuerzo iniciar una conversación y han pasado los primeros
minutos, pero una vez se ha dado este paso, el diálogo fluye con facilidad.
Eso sí, este hecho no es exclusivo del enamoramiento;
también ocurre cuando alguien nos gusta mucho, de manera que debe ser
considerado una señal necesaria pero insuficiente para que hay amor. La única
excepción a esto se da cuando la otra no está interesada en absoluto en
relacionarse con nosotros, o cuando entran en juego alteraciones físicas o
psicológicas que afectan a la capacidad para comunicarse con personas en
general.
6. Aparece la idea de que se puede confiar en esa persona
Esta es otra de las señales del amor. Cuando se ha
establecido un vínculo afectivo fuerte, se pasa de intentar ocultar todos
nuestros defectos (algo típico de la fase en la que se intenta seducir al otro
porque nos gusta y no queremos generar rechazo) y se empieza a valorar más la
transparencia, la honestidad.
7. Usar el tiempo libre para estar juntos es algo bien visto
Incluso cuando alguien nos gusta mucho, lo más habitual es
que no nos guste la idea de estar siempre con esa persona en nuestro tiempo
libre.
En cambio, cuando hay amor verdadero de por medio (o al
menos, un amor tan intenso como el que se asocia a las relaciones de pareja),
la perspectiva de hacer eso nos parece bien.
Eso sí, incluso en las relaciones de pareja más sólidas cada
miembro de esta necesita su espacio, así que es normal desear estar solos a
veces.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario